Esta historia empieza en realidad sobre las 6:45 AM, sonando Eyes Of The Tiger (Survivor) como alarma, a ver si así levantarme no cuesta tanto. Al elegir los calcetines voy directo a los VIP, blancos con verde, que son mi amuleto secreto. Todo preparado, coche cargado con bártulos y para el trabajo a cumplir con la jornada laboral. Un buen almuerzo y cerca del mediodía mi menú pesqueril (un manolo) de la misma cafetería que el almuerzo. Las previsiones era calma en cuanto a aire y quizás algo de lluvia. Quizás gracias a la lluvia me salvaba la jornada pues el agua se toma un poco, justo para que le guste a las lubinas.
A media mañana empieza a caer algunas gotas y me hace crecer la esperanza. Y en esto, mi compi de curro, Mario, comenta que a mi que lloviera o no me daba igual porque la afición que tengo … Seguramente llevaba cara de que iba a ir a pescar porque dio en pleno. Antes de salir del trabajo charlo un poco con mi amigo Samu, para anunciarle que revisaré una zona de Mazarrón, a lo que me contesta que quiere la foto de la lubina en su móvil. Intento nogociar con él si se podía cambiar Lubi por porra a lo que me contesta que Porra nada. LUBI!. Al llegar a Mazarrón, veo el agua quieta pero su color me gusta. Una vez puesto el traje me dispongo a entrar al agua. La playa, estaba como a mi me gusta solitaria, aunque no tanto como yo pensaba, estaba poniéndome las aletas cuando veo salir un pescasub. Vaya sorpresa, no esperaba encontrar a nadie y menos un compi de afición, nos saludamos y le pregunto que tal, a lo que contesta que nada y la verdad es que llevaba cara de eso, de porra. Me recomienda una zona de la playa que él no ha tocado, le doy las gracias y haré lo que me salga de narices, tengo la confianza de que una oportunidad puedo tener.