Esta vez tocaba una jornada de pesca a pesar del temporal, esa pesca que tantas alegría me ha dado y ha forjado mi motivación para salir a pescar a pesar del mal tiempo, y más ahora en pleno mes de Diciembre que el agua ya anda bien fría. A esto le añadimos un tiempo de perros, viento del norte, con lo que no ayuda en nada a quitarte la ropa para ponerte el neopreno.
En esta ocasión había quedado con Antonio (temblaera) para pescar en uno de sus cotos. Un lugar que había visitado en otra ocasión anterior y me gustó para la pesca invernal en busca de lubinas XL.
En realidad la idea era meternos en otro punto, pero al llegar vinos el mar y no arriesgamos, decidimos ir a otro lugar en busca de tranquilidad. Finalmente por descarte decidimos meternos en el último lugar que fuimos a echar un ojo.
Antes de cambiarme, fui a echarle un ojo al agua, estaba fuerte, a pesar de que era el lugar donde más tranquila estaba y el color era de que en algunas zonas no se vería nada como así sucedió. Me costó asomarme un par de veces, porque estuve muy tentado de no ponerme ni el traje, pero yo mismo le dije al compi que ir una y otra vez en invierno con estos temporales es precisamente porque hay posibilidades altas de pescar una lubina XL,
Temblaera empieza a avanzar caminando por la orilla para adentrarse, yo por el contrario, nada más tocar agua, me calzo las aletas porque quiero avanzar mirando los primeros metros. Aquella vez que visité la zona previamente me gustó mucho la parte donde hay una profundidad de unos 30 cm pero que hace una serie de pozas, como mucho 1 metro de profundidad. Estas pozas son hechas por la corriente y fuerza del mar en los temporales.
Avanzo para situarme delante del compañero, que andaba ahora ya si calzándose las aletas. Llego por fin a la poza interesante, el mar está muy fuerte, muy turbia, si estiraba el brazo no veía la punta de la varilla, a pesar que es una de 115 cm. Con menos de un metro de visibilidad tendré que estar muy atento a parte de mi interés de no moverme demasiado por la corriente. A los pocos segundo de estar sujetándome como podía, observo un poco a mi derecha un ojo, rodeado de gris. En ese mismo instante creo que es un sargo grande, la poca visibilidad da alas a la imaginación, no pensaba hacer el esfuerzo en intentar pescar un sargo, pero entonces empieza a desplazarse y de sargo nada, empiezo a apreciar que es una lubina de buen porte, en el momento de enfilar el ENAS, empieza a desfilar delante varias sombras de lubinas como la primera e incluso mayores, una espectáculo. La que vi inicialmente debería estar en esa línea, sin más dilación disparo. La intuición, me hizo acertar pues pronto la línea empieza a coger tensión y los tirones se notan. Recupero rápidamente, y por fin me hago con una buena lubina. La alegría me invade que provoca una explosión de júbilo.