El día empezaba con una calma total, aunque había previsión de que se levantara algo de Sur, y por tanto pondría el agua chocolate por Mazarrón. A las 16 había quedado con Eusebio en el puerto para salir en su embarcación, «Kelahiran». Y allí comprobé que ni Sur ni Norte ni nada de nada, aquello seguía en calma total. Como llegué unos minutos antes de la hora, me dio tiempo de hacer una foto donde se observaba la calma e intercambié con Samu mis previsiones de porra.
¿Donde iríamos? La verdad es que no lo sabía ni tampoco me importaba mucho, solo quería ir al agua y cuando Eusebio me pregunta si quería algún sitio en particular, le respondo con un preciso, me da igual…
Una vez cambiados y en el agua compruebo en la vertical que la calma esta vez venía acompañada por una visibilidad de vértigo, con zonas de más de 20 metros. Por encima de los 15 metros, no se ve actividad, tan solo alguna medusa. Yo siempre intento pescar en la profundidad mínima donde encontrar algún pez, esta vez tocará bajar más que en otras ocasiones.
Empezamos en una pared con caída vertical donde se veía algún sargo, pero al estar el agua tan quieta y transparente no entraban y mantenían la distancia. Insistimos en esta zona pero pescando con seguridad, el ambiente te llevaba a pescar uno arriba vigilando y el otro abajo haciendo esperas. De esta manera conseguí rápidamente coger más confianza y sentirme cada vez más cómodo en la profundidad.
En una de estas esperas bajo verticalmente en la pared y una vez por el fondo me desplazo hacia una roca grande que había en el frente, en esta posición se veía movimiento, la típica nube de sargos que te guarda la distancia, pero además había un banco de bogas pequeñas. Al encontrarme bien en la bajada se alarga la espera y finalmente diviso un dentón, pero anda muy pendiente de las bogas y solo me da la opción de observarlo. Un regalo para los ojos pues no esperaba verlo en esa jornada. En la subida giro 180º dando la espalda de esta manera a la zona donde estaba rondando el dentón. Una vez arriba, informo a Eusebio del encuentro del dentón. Pero en su bajaba ya no lo ve. Insistimos en la zona y nos movemos paralelos a la pared. Decidimos cambio de zona cuando observamos que ha venido una embarcación cargada de buceadores de botella, que se coloca pegada a la nuestra y van a tirarse al agua.
La zona nueva, tiene el inconveniente de las medusas en superficie, se nota un poco de corriente y la visibilidad rondará los 15-17 metros. La zona es muy interesante y el movimiento del pescado me gusta. Seguimos con el plan de uno a vigilando constantemente al que baje y las apneas están siendo muy decentes. De nuevo en otra de mis apneas vuelvo a ver un dentón, está lejos, pasando de un lado hacia el otro y viceversa. Me agacho más, y con eso consigo que se acerque un poco más, pero sigue en la actitud de no entrar. Aprovecho que me está dando el lateral para probar un tiro lejano , el cual fallo. Eusebio también ha vivido una entrada de 3 dentones, pero con un tiro difícil que ha fallado. En una de mis esperas me pasa dentro de la zona de tiro un espetón / barracuda el cual consigo capturar de forma sencilla.
Poco después damos la jornada por finalizada, tras una jornada excepcional, pues ambos estuvimos a unas profundidades y apneas muy interesantes.
la seguridad de pescar sabiendo que en todo momento tienes al compañero vigilándote da una tranquilidad inmensa.